La vitamina D es una vitamina liposoluble y su forma activa actúa como una hormona en el organismo. Es un nutriente esencial que no puede sintetizarse en el organismo, se obtiene de los alimentos (pescado azul, yema del huevo, leche, lácteos…) o de la exposición a la luz solar.
Existen 2 fuentes de vitamina D, por una parte esta la vitamina D2 (ergocalciferol), que ingerimos con la dieta, mientras que la vitamina D3 (colecalciferol), es la más importante por ser la que tiene mayor actividad, puede obtenerse por alimentos y también sintetizarse a partir del contacto con la luz.
La recomendación diaria se sitúa en 400 IU, pero en la actualidad las recomendaciones para ejercer de protector y mejorar nuestra salud se han incrementado.
Existen diferentes causas por las cuales no se obtiene una cantidad suficiente de vitamina D a partir de la exposición solar: temor a las consecuencias del exceso de sol, menor tiempo de permanencia al aire libre, cosmética protectora, utilización de cremas de pantalla total, edad, algunas condiciones de salud que obstaculizan la absorción de la vitamina, entre otras.
Puede ayudar a:
-Mejora la absorción intestinal del calcio y fósforo.
-Prevención para padecer patologías de tipo diabetes 1.
-Prevención en enfermedades neurodegenerativas (como por ejemplo la esclerosis múltiple o artritis reumatoide).
-Protección frente a enfermedades cardiovasculares.
-Modulador del sistema inmunológico.
-Interviene en el mantenimiento de la función muscular.
-Contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario y una respuesta inflamatoria sana.
-La deficiencia de vitamina D se ha asociado a un riesgo mayor de alzheimer en personas mayores.
-Vitamina D y envejecimiento: Las personas que poseen elevados niveles de vitamina D, poseen teloneros mas largos.
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