Los malos hábitos del día a día, determinados alimentos, o pasar muchas horas fuera de casa sin cepillarnos los dientes son algunos de los factores más repetidos que causan la aparición de halitosis. Sin embargo también existen otras variables como problemas orales (infecciones, sequedad o bacterias).
Como casi todo, siempre es mejor prevenir que curar, por ello mantener una higiene bucodental adecuada es imprescindible. Es necesario lavarse los dientes al menos tres veces al día después de cada comida y no dejar restos por los dientes. Asimismo también es muy recomendable cepillar la lengua y usar hilo dental por si han quedado restos entre los dientes. Los colutorios también son una buena herramienta para eliminar bacterias que viven en nuestra boca en sitios donde el cepillo no llega.
Pero si en algún momento del día dadas las circunstancias no tienes la posibilidad de cepillarte los dientes después de la comida puedes seguir estos sencillos pasos que te ayudarán a mantener un buen aliento:
- Mastica un trocito de limón con cáscara después de cada comida
- Si no dispones de cepillo fuera de casa, enjuágate la boca con agua y masca chicle sin azúcar
- No pases muchas horas sin comer, come alguna fruta u hortaliza que te depure el cuerpo por dentro
- Toma alguna infusión después de las comidas, a diferencia del café no dejan mal aliento y limpia la boca de bacterias
- Hierbas como la menta, el eucalipto, el tomillo, la salvia o el romero sirven como buenos antisépticos si se toman en infusión
- Las semillas de cardamomo también son muy útiles para el mal aliento, mastícalas después de cada comida