ALIMENTACIÓN EN FEMENINO

La alimentación es uno de los pilares más importantes, si no el que más, para mantener en perfecto estado nuestra salud y belleza de la piel. En este artículo no queremos establecer una distinción de género en la alimentación femenina o masculina, pero sí que hay que matizar que existen alimentos que han demostrado ser más adecuados y eficaces en determinadas etapas de vida (siempre todas estupendas) y especialmente sobre  determinados trastornos.

Con la suma de años y el rápido estilo de vida van pasando factura. En general, el cuerpo de la mujer se ve sometido a más cambios derivados principalmente de los cambios hormonales y diferentes fases de la vida como por ejemplo el periodo del embarazo. Sin embargo, si queremos que “esa factura” sea menor, los hábitos saludables y productos ecológicos y bio se convierten en nuestros grandes aliados.

El metabolismo basal se va ralentizando y eso facilita coger peso con el paso de los años. Una transformación que nos cuesta asumir, pero que con ejercicio físico o un déficit de calorías puede sobrellevarse. A esto le sumamos los cambios hormonales que pueden visibilizarse a partir delos 45 años, hablamos de la menopausia. La falta de estrógenos en la composición corporal reduce la masa magra e incrementa la grasa y el tejido adiposo. El resultado, la figura se modifica considerablemente.

Las mujeres tienden mayor predisposición de padecer diferentes enfermedades como la osteoporosis, afecciones cardiovasculares, diabetes, etc.  Todo ello incrementa la necesidad de mantener un buen estado de salud que puede conseguir mediante una dieta sana y variada en la que destacaremos una serie de alimentos que favorecerán los niveles de hierro, proteínas, colágeno, calcio y magnesio.

• Hierro: lo puedes encontrar en los frutos rojos o mijo.
• Proteína: además de los alimentos conocidos por excelencia como la carne, pescado y huevos, es importarnte incorporar el trigo sarraceno, la spirulina y especialmente recomendamos desde herboristería La Salud, las semillas de cáñamo.
• Colágeno: fundamental para el correcto funcionamiento de las articulaciones y elasticidad de la piel. Es recomendable empezar ahora, para que cuando lleguemos a edades más avanzadas tengamos los depósitos a tope. En este apartado también añideremos el alga Agar-Agar y legumbres (azukis, lentejas …) que son estimuladoras de la producción de colágeno.  Para fijar que nuestro organismo lo esté segregando, le ayudamos a metabolizarlo con el azufre y vitamina C.
• Calcio y magnesio: mineral y nutriente básico que ayudará a evitar la temida osteorporosis y que podemos encontrar en la almendra, en la semilla de sésamo y sobre todo semillas de amapola, que además son relajantes. Una forma más cómoda para incorporarlo es tomar una tostada de tahin.
• Ácido Fólico: para mantener unos niveles adecuados potencia la ingesta de verdura de hoja verde como las espinacas y el brócoli.
• Miso: si no conoces este producto, te interesa. Se trata de una pasta a base de cebada, soja, arroz y trigo fermentado que nos ayuda a que no perdamos minerales por su capacidad alcalinizante.