La miel, es uno de esos manjares de la vida que todos deberíamos disfrutar de vez en cuando. Se caracteriza por ser un producto de origen natural con una textura viscosa y un sabor muy dulce, el cual es producido por las abejas a partir del néctar de las flores.
Las abejas durante su vida elaboran tres veces más miel de la que necesitan para consumir, así que podemos aprovecharnos de su buen trabajo para disfrutar de este elixir dorado y saludable.
Antes de empezar con los diferentes tipos de mieles y sus características, nos gustaría comentar algunas de las preguntas que seguro que alguna vez os habéis preguntado:
¿Cuál es la forma correcta de conservar la miel?
A temperatura ambiente, de hecho las colmenas se mantienen en torno a los 36 grados. Es curioso saber como las abejas tienen diferentes mecanismos (ventilación en verano) y (calefacción en invierno), para mantener la colmena siempre a una temperatura ambiente. Es normal que en invierno con el frio se queden un poco más dura pero es debido a la cristalización de los azucares por la bajada de temperatura. Siempre es recomendable guardarlo en un sitio oscuro alejado del sol.
¿Cómo saber si una miel es de buena calidad?
Lo primero que debemos comprobar es su origen y si lleva algún tipo de proceso previo. Principalmente porque muchas son de origen chino y vienen pasteurizada. Que venga desde China no siempre quiere decir que es de mala calidad, pero sí que se han detectado bastantes casos, donde los apicultores les dan jarabe de fructosa a las colmenas para que generen la miel, a base de este jarabe de fructosa en vez de los néctares naturales de las flores.
Contra más densa sea la miel mejor (siempre que este en estado liquido), eso es reflejo de que la miel ha sido procesada gracias a un mayor número de digestiones por parte de las abejas y por tanto el nivel de humedad también será menor.
¿Qué humedad debe tener la miel?
Aunque el nivel de humedad puede variar en función de la variedad de la miel, dentro de un mismo tipo, debería encontrarse dentro de unos niveles entre el 16% y el 18% de humedad. Si la humedad supera más del 19%, lo notaremos en seguida al tacto porque veremos que la miel esta mas “aguachirri”.
¿Cuándo caduca la miel?
Nunca!, si si has leído bien. Es de los pocos alimentos por no decir el único que se han encontrado muestras de la época egipcia y son perfectamente comestible en la actualidad. Sí que es verdad que con el tiempo, va oscureciéndose de color y el sabor podría ir variando. Tiene la característica de ser particularmente baja en humedad y extremadamente ácida, lo que la hace un territorio inhóspito para bacterias y microorganismos.
Beneficios Generales
Ayuda a curar las heridas
Según algún estudio que se ha realizado en Noruega la miel (Esta debe estar especialmente tratada para garantizar su pureza) es capaz de matar todos los tipos de bacteria asociados con las heridas superficiales.
Nutritiva
La miel contiene “pequeñas cantidades de vitaminas y minerales, entre ellos niacina, vitamina B2, ácido pentatónico, calcio, hierro, magnesio, manganeso, fosforo, potasio y zinc”.
Una buena ayuda para combatir la caspa
En estudios realizados en pacientes con dermatitis y caspa, se aplicaron miel diluida con 10% de agua tibia al cuero cabelludo y dejarla reposar por tres horas antes de lavarse el cabello. Todos los pacientes demostraron mejoras significativas después de una semana.
SI vas a beber, toma miel.
La miel activa la eliminación de hasta un 35% del alcohol, porque activa el metabolismo del hígado. También es buena para eliminar toxinas y proteger el hígado de medicamentos y de una alimentación desequilibrada.
Endulza sin caries. La miel natural no provoca caries por la acción de una enzima que elimina la placa. Aunque tampoco debes abusar.
¿Malas digestiones?
La miel es un alimento predigerido por las abejas por lo que se absorbe rápidamente, alivia el ardor y los dolores de úlcera. Las más indicadas son la miel de romero, tilo y tomillo.
Antioxidante.
La miel tiene propiedades antioxidantes gracias a su alto contenido en ácidos fenólicos y enzimas como la catalasa y la glucosa oxidasa que son capaces de proteger a las células de los radicales libres.
A pesar de todos los beneficios que acabamos de comentar no debemos olvidad que no por ser sana deja de tener calorías (cada cucharada contiene 64 calorías) y que no se les puede administrar a menores de 18 meses porque puede contener bacterias que causan botulismo infantil.
TIPOS DE MIEL Y BENEFICIOS
Miel de brezo
Rica en hierro, destaca por sus propiedades diuréticas, antiinflamatorias de las vías urinarias y sedantes. Ayuda en casos de trastornos respiratorios.
Si eres un fumador, asegúrate de usar los beneficios de la miel de brezo. Combínala con té de brezo para sacar mucosidad de las vías respiratorias.
Miel de azahar
Destaca por su efecto sedante, su consumo se recomienda especialmente para personas nerviosas o que se encuentren atravesando períodos de insomnio, ansiedad o estrés.
Miel de romero
Muy beneficiosa para mejorar tu sistema vascular, ya que mejora la circulación sanguínea.
Mejora el funcionamiento del hígado y la secreción de la bilis de forma natural. Eficiente en casos de mala digestión, el reumatismo, la gota y la presión arterial alta.
Miel de eucalipto
Tiene propiedades antiespasmódicas y expectorantes, ideal para catarros o bronquitis, ya que despeja las vías respiratorias.
Miel de Tomillo
Es muy buena para ayudar en las digestiones pesadas, así como flatulencias y acidez. Otro de sus beneficios es su capacidad para ayudar a recuperarnos de catarros, por el poder antiséptico y descongestionante del tomillo.
Tiene un gran aporte de hierro así que es muy recomendable para aquellas personas que siempre tienen carencias de este mineral.
Miel de espliego
Es la obtenida a partir del espliego, y entre sus propiedades destaca su capacidad antiséptica y antiinflamatoria (aplicada en heridas), antiespasmódica (catarros y bronquitis) y su mayor aporte de hierro.
Recetas de la abuela:
Para la tos y suaviza la garganta.
Prueba a hacer un caldo para disminuir la inflamación y calmar la tos: Pon a hervir durante 30 minutos, medio litro de agua mineral con tres cebollas, tres zanahorias y 3 ramas de apio. Cuela el caldo resultante y añade tres cucharadas grandes de miel de romero. Sírvete un tazón bien calentito antes de dormir y por la mañana en ayunas.
Consigue una piel suave.
Prueba a ponerte miel en la cara y en las zonas del cuerpo con asperezas y rugosidades como codos, rodillas y pies. Diluye dos cucharadas de miel en una cucharada de aceite de oliva y deja actuar la mascarilla durante al menos 20 minutos. Los resultados son increíbles, especialmente en los “sufridos” pies de los corredores.