Los beneficios del aceite de ricino se conocen desde la civilización egipcia, época en el que la Reina Cleopatra, conocida por su belleza, empleaba en su rutina facial unas gotas para conseguir unas pestañas largas y fuertes.
Originario de África e India, el aceite de ricino se extrae de las semillas de la planta Ricinuscommunis y tiene múltiples usos: sirve para poblar y dar densidad a las cejas, para fortalecer y aportar volumen a las pestañas o para hidratar el pelo.
Todo ello se debe a que contiene unos altos niveles de omega 9 y ácido ricinoleico y vitamina E que penetran en la piel activando la producción de colágeno y elastina. Además, estos componentes también favorecen el crecimiento del cabello, ya que estimulan la circulación sanguínea hacia los folículos capilares.
Ahora bien, es hora de conocer cómo utilizarlo según el efecto que deseemos conseguir.
Para estimular el crecimiento de las pestañas y cejas:
¿Cuándo? Preferentemente por la noche, con las raíces de las pestañas limpias.
¿Cuánto? Con una pequeña cantidad bastará, ya que el aceite de ricino es denso y cunde lo suficiente.
¿Cómo? Si es posible, recomendamos aplicarlo con un cepillo de pestañas y masajearlo suavemente hasta su absorción.
Muy recomendable para los casos de cejas finas o despobladas y para cuando queramos devolverles su naturalidad sin tener que utilizar pigmentos químicos.
Para realzar el color y fortalecer las puntas del pelo:
Por un lado, para lucir pelazo y evitar las puntas abiertas tenemos dos opciones: podemos aplicar unas gotas sobre las puntas y masajear directamente o mezclar una cantidad mínima con nuestro champú diario. Los ácidos grasos que contiene son de gran ayuda para revivir el cabello estropeado, que tiende, normalmente, a generar caspa (contra la que también interviene este aceite).
Por otro lado, para potenciar nuestro color de pelo y que se vea con más vida y energía, también es muy útil este aceite de Cleopatra, ya que favorece la conservación de la humedad dentro de la cutícula capilar evitando, así, la pérdida del pigmento.
Por último, debemos recordar que este aceite previene la caída del cabello y retrasa la aparición de las canas. Por lo que, también, es un remedio excelente para pelos débiles o con tendencias canosas.
Para hidratar uñas y cutículas:
El aceite de ricino puede ser un buen aliado para uñas frágiles, quebradizas, secas o, incluso, para combatir esta típica línea blanca que a veces se marca. Si lo aplicamos de forma periódica conseguiremos unas uñas mucho más hidratadas y elásticas, por lo que será más difícil que se nos partan.
Aquí os dejamos un preparado (truco de la abuela) para que podáis disfrutar de unas uñas dignas de envidia:
En un tazón (en el que nos quepan las uñas de, al menos, una mano), pondremos medio vaso de aceite de ricino con un chorrito de limón (aproximadamente como una cucharita de café) y lo mezclaremos bien. Con esta mezcla haremos baños de uñas durante 5-10 minutos, 1 o 2 veces por semana.
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